No trátese de nada, nunca, para nadie.
Maurice Blanchot.

Nos cambiamos unos días, ¿recuerdas?
Allá donde nos fundimos en la arena, en el más alto furor de la hojarasca sin que nadie nos viera, salvo el inofensivo canto del grillo
–que es lo que hacen los cuerpos cuando son mártires
De una sombra de nogal apenas vista,
No allá en la orilla, al menos, sino mucho más lejos,               mucho más,
En el sitio en el que no saben quererse los hombres
Y parecen las soldadas un veneno dulce que nos miente,
Que nos sobreviene, hasta que solo quedan Juvencios escondidos,
Sólo pirámide encinta, sólo flor, pan, abeja,
O la esfinge preguntona del desierto.

Y ahora, la quietud indeseable de saber que ya no existen lugares cámbricos,
Mas puros, quiero decir.
Esa quietud que ha desflorado el beber de un río en la sombra, Esa muchedumbre
impostada en que las sílabas extrañas
Quedan sólo como destello de un mundo antiguo de hace dos días.

Así –sí– se han interpuesto inmensidades del ponto más negro,
El agua más quebrada del querer que bebió aquel caballo triste
O las flores que siempre morían al ser tocadas por la mano dulce
De una niña que lloraba y que no sabe por qué todo.

Pero claro, tú sí lo sabes. Aquí ya no hay nada que hacer.
Hay un enorme abismo de Nevermore con nuestro nombre.
Me da pena, si se me permite, la inmensidad del no haberse atrevido,
Aunque sé que sólo es una ilusión mía –como la de que vivan los espejos–
Una ilusión más aterida a este cuerpo mío que alguna vez fue nuestro.
Hay lugares en la memoria en que solo vienes a decirme
Que hace tiempo que el solaje se invirtió hasta las silabas.
Ya solo vienes a verme en el poema.

*
Poema que pertenece al inédito libro de poesía SI ESCRIBIÉSEMOS. Adrián M. del Pino vive en Almería y ha publicado dos libros narrativos, el último en abril 2023 titulado Ese favor celeste. Forma parte del colectivo Poetas del Desacato. Y es miembro fundador del movimiento Vainalista junto a Manuel Murillo y Manuel Hempe. Se le puede considerar, por tanto, a M. del Pino como un autor Vainalista.