ENRIQUE VILA-MATAS |
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EL VIENTO LIGERO EN PARMA (2004)
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El poeta Attilio Bertolucci dobla la esquina de Parma donde siempre
imaginé que encontró un día "el viento ligero" de su poema. |
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EDICIÓN ORIGINAL
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2008
El viento ligero en Parma
Editorial Sexto Piso
Madrid, 2008
213 páginas
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2004
El viento ligero en Parma
Editorial Sexto Piso
México, 2004
192 páginas
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Un ejemplar singular de
El viento ligero de Parma |
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- Villoro, Juan, “Los shandys del Templo Mayor”, Reforma, México, 12/12/2004.
- Martínez Moctezuma, Gregorio, “El viento ligero en Parma, de Enrique Vila-Matas, un verdadero banquete literario”, Azteca 21, 6/02/2005.
- Isaac, Claudio, “Fragilidad que seduce”, Letras libres, marzo de 2005.
- Herralde, Jorge, “Vila-Matas y la conquista de América”, en Por orden alfabético, Barcelona, Anagrama, Biblioteca de la memoria, 2006, pp. 308-315.
- Oñoro Otero, Cristina, “Presentación de El viento ligero en Parma, de Enrique Vila-Matas”, intervención leída en la librería La Central MNCARS, Madrid, 29/02/2008.
- López, Óscar, “Entrevista a propósito de la publicación de El viento ligero en Parma”, Página 2, RTVE, 13/04/2008.
- Agreu, Marco, “El viento ligero en Parma, de Enrique Vila-Matas”, Deriva, Revista digital de literatura y cine , 14/05/2008.
- Mamour Diop, Papa, “Un tapiz que se dispara en muchas direcciones: estudio de la obra de Enrique Vila-Matas ”, ÍNSULA, 754, octubre 2009.
- Hernández, Alberto, “El viento ligero”. El Periodiquito. Venezuela, julio 2014.
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UN PLATO FUERTE DE LA CHINA DESTRUIDA
Le decía en una carta Franz Kafka a Felice Bauer: “En este sentido escribir es un sueño más profundo. Como la muerte. Del mismo modo que no se saca ni se puede sacar a un muerto de su sepultura, nadie podrá arrancarme por la noche de mi mesa de trabajo”. Estas palabras de Kafka me trajeron ayer el recuerdo de Roberto Bolaño y de su actitud ante la vida y la escritura, el recuerdo de todos esos años en los que se dedicó, sin tregua alguna y con intensidad fuera de la normal, a entrelazar sueño profundo, muerte y caligrafía.
También Marguerite Duras, en las últimas páginas de Eso es todo, me trajo ayer la memoria de Bolaño: “Ya está. Estoy muerta. Se ha terminado”. Y poco después, tras una breve pausa: “Esta noche vamos a tomar algo muy fuerte. Un plato chino, por ejemplo. Un plato de la China destruida”. Ayer, al releer estas palabras de Duras, quise entender que para ella la China destruida era su infan- cia ya totalmente arrasada, devastada, tan devastada como la vida de Bolaño.
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AY, MI ESTIMADO SEÑOR
¿Es usted escritor o ha intentado serlo? Tanto si lo es como si ha querido serlo, usted ha tenido que conocer en algún momento de su vida el rechazo. Es posible que alguien desde alguna editorial le haya escrito alguna vez una carta donde muy educadamente le han dicho: “Estimado señor, nos ha causado una agradable impresión su manuscrito, pero...”
El rechazo es una amarga realidad de la profesión de escritor. A mí, en cierta ocasión, me devolvieron uno de mis primeros manuscritos con las mejores metáforas de mi novela tachadas con un rotulador y devueltas meticulosamente cambiadas, convertidas en las metáforas que proponía el anónimo responsable del informe de lectura. Un rechazo así no se olvida.
Cada día hay cientos de personas deprimidas porque les han devuelto un manuscrito. Y eso que hay mil tácticas para intentar remontar el efecto rechazo. Una de ellas consiste en repasar las más famosas injusticias en esta materia. El famoso rechazo de André Gide al manuscrito de En busca del tiempo perdido de Marcel Proust, por ejemplo.
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Bernardo y Attilio Bertolucci, 1975.
Plaza del Duomo, Parma.
Dos imágenes de Prima della Rivoluzione, el primer film de un joven Bernardo Bertolucci y memorable crítica despiadada de la burguesía local de su ciudad natal, Parma. |
DE DONDE VIENE EL VIENTO
El título de este libro lo encontré en la propia Parma en compañía de Paula de Parma. Pasé allí siete días de un verano de principios de este siglo y hallé el título en un verso del poeta local Attilio Bertolucci, gran poeta (*), aunque es más famoso por ser el padre del cineasta Bernardo Bertolucci. En su bellísimo poema Paese d'inverno hay una referencia a un “viento ligero” y es la misma impresión que yo había tenido aquel día, poco antes de leer el poema, al abandonar la plaza del Duomo y entrar en una estrecha callejuela que nos había de llevar a Paula y a mí al hotel. Sentí esa ligereza del viento al doblar la esquina y dejar atrás el Duomo y el Baptisterio. Por la tarde, me encontré con el poema:
Che il sole dopo la neve
appaia, e le nuvole si tingano di rosso
come schiave: la neve sui tetti
un rossore colorirà, guancia di principessa.
S'alzi un leggero vento
e spenga l'acqua, che s'era addormentata,
con assonnata voce di pastore;
escano fanciulle con scialli,
lampeggiando gli occhi neri,
e improvvisamente corrano punte dall'aria
simili a uccelli che s'alzino a volo.
E gli zingari rubino ragazzi.
Me fue imposible no pensar que el viento ligero del poema no era el mismo que se había cruzado en mi camino al abandonar la plaza del Duomo aquella mañana.
Paula de Parma lleva una vida siempre en compañía de un viento ligero, pero esa es una impresión muy personal y el título de este libro sólo está ahí para tratar de confirmar que un día estuve en Parma.
* Attilio Bertolucci (San Lazzaro, Parma 1911- Roma, junio 2000). Poeta y guionista de cine. Comenzó a escribir desde muy joven, publicando en 1929 su primera colección de poemas. Se casó con Ninetta Giovanardi con la que tuvo dos hijos, Giuseppe y Bernardo, también dedicados al mundo del cine. Sus primeros trabajos poéticos, marcados por un lenguaje sencillo que describía situaciones pastorales, se ganaron el aprecio de poetas italianos como Eugenio Montale. Después, evolucionó. Con Viaggio d'inverno, el estilo de Bertolucci dio un giro, de palabras más complejas y marcado con sentimientos de inseguridad. Durante su vida trabajó también como profesor de historia del arte, documentalista, traductor, colaborador televisivo y director de revistas literarias (entre otras, Nuovi Argomenti) |
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FRAGMENTOS |
"La señal me hace señales para que me cuide de la cantante calva. Imagino varias sillas avanzando hacia mí, pero me hago fuerte en mi sillón favorito"
(En el sillón favorito)
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"¿Qué habría detrás de la puerta blanca? Pasaban los días y no nos decidíamos a entrar en el inmueble de la rue Littré"
(Pitol y el misterio que viaja con nosotros)
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"Sólo así se explica entonces la desesperación, por ejemplo, de Pier Paolo Pasolini por una crítica negativa en la hoja parroquial de un pueblo de mala muerte"
(Ay, mi estimado señor)
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"No está entre los clásicos que aprecian los españoles todos. Lo sé. Por eso avanzo"
(Explorador que avanza)
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CONTENIDO
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Bernardo Bertolucci en Parma |
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- Gombrowicz en seis horas y cuarto
- Mastroianni-sur-mer
- El paseo de Sant Joan en Rojo
- Sobre la angustia de hablar en público
- La acera sonambula y verdadera
- Un tapiz que se dispara en muchas direcciones
- Bolaño en la distancia
- Nunca se logra hablar de lo que se ama
- Impresiones de abstemia
- Explorador que avanza
- En el país de Tristram
- Dueños de nuestro propio ahora
- Michi
- En el sillón favorito
- Viaje al norte de Suiza
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enriquevilamatas.com |
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